Tratamientos
Ansiedad, estrés, depresión, fobias (agorafobia, fobia social…), TOC (trastorno obsesivo compulsivo), problemas de pareja, trastornos alimentarios (bulimia, anorexia…), trastornos de personalidad, psicosomáticos, del sueño, etc.
No damos directrices, ni guías, ni “recetamos” libros de autoayuda. Creemos que éstos lo son, principalmente, para quien los vende y no para quien los compra. Son una ilusión efímera, de un compendio de frases bonitas o ingeniosas donde escoger las que más agradan. Pero una terapia no es eso; eso es un sucedáneo. En una terapia rigurosa se dicen unas cuantas verdades de no fácil digestión, y no lo que uno quiere oír solamente. Ya que para que haya crecimiento tiene que haber cierto orgullo herido, humildad y aceptación de verdades que cuesta procesar, frustración óptima y tolerancia a la misma. Si todo consiste en frases y pensamientos ideales, algo no está funcionando. Una terapia no puede ser como un autoservicio donde compramos lo que más nos gusta y dejamos lo que no. Una terapia es algo mucho más exigente, pero más provechoso, y para que sea así, tiene que haber otro que actúe de espejo, y no de amiguete. Requiere más inversión de tiempo y esfuerzo, pero los resultados son mucho más consistentes. ¿No te has preguntado por qué lo que lo que es demasiado fácil nunca suele dar resultado?
Los libros de autoayuda y las terapias “amables” o “milagrosas” son la solución fácil pero efímera; no la verdadera. Ojalá lo fuesen, pero nos tememos que las soluciones sencillas o milagrosas no dan resultado más que a corto plazo, o sea: pan para hoy y hambre para mañana. No creemos en remedios mágicos ni en que cambiando la conducta por fuera se cambie realmente, ya que eso es sólo voluntarismo y no un cambio profundo, consistente y duradero. Podemos aprender a conducir en la autoescuela, pero no aprenderemos realmente a hacerlo hasta que no llevemos unos cuantos kilómetros y situaciones de todo tipo, buenas y malas, a nuestras espaldas. Cambiar de verdad, aunque se puede hacer, no es factible mediante fórmulas, ejercicios ni frases milagrosas. Tiene que haber un trabajo profundo detrás, con esfuerzo, tenacidad, y con un profesional que haga de espejo, notario o conciencia.
Si alguien necesita ayuda terapéutica, es porque hay un problema de carácter de fondo que viene de antiguo. Es difícil y laborioso cambiar un carácter, lo sabemos, pero se puede hacer, lo hemos hecho otras veces. Aunque sea costoso es factible. En realidad, lo que hacemos es desenmascarar al personaje para que salga la persona de verdad y se desarrolle. Insistimos: es complicado, pero lo sabemos hacer.
Si por el contrario, lo que buscas es un desahogo puntual por un acontecimiento traumático, también te podemos ayudar, pero te advertimos que debajo puede haber un problema de personalidad camuflado que no se había detectado antes. Si no es así, también te ayudaremos a pasar el mal momento.
Le invitamos a descubrir en detalle algunos de estos tratamientos: